En los años 60 muchos españoles vinieron a Alemania para trabajar aquí. Así también Manolo y Carmen Fernandez de Vigo. Vivieron en nuestra calle y para que pudieron ir a trabajar mi abuela cuidaba a sus niños. Los niños pasaron todos los días en nuestra casa y crecieron juntos con mi madre y mi tío. Es la razón por que todavía tenemos contacto con ellos, aunque volvieron a España en los años 70.
Siempre en Navidad les llamamos por teléfono. Antes de que he empezado mis estudios solo había hablado con Manolo, que todavía sabe hablar alemán. Pero ahora ya puedo hablar con Isabel, su niña, que sólo habla español.
Hablamos más que una hora sobre este año, todo lo que pasó y sobre nuestros deseos para el año 2017.
Noté que todavía me cuesta mucho hablar por teléfono, sobre todo al principio de la llamada. Pero después de unos minutos me relajé un poco que facilitaba mucho la situación.
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